¡Bienvenido, guerrero! ¡Entra, y que no se te ocurra cerrar la puerta! ¡Uno puede morirse de calor aquí! ¡Se me están derritiendo los objetos de arcilla!

¡Buenos días, Soigura! ¡Ya pensé que habías prendido fuego para el baño! ¡Sí, menuda sauna tienes aquí!

¡Ya ves, guerrero, en que condiciones tengo que trabajar! ¡Tengo encargos adelantados para todo el año, forjo armas, y elaboro todo tipo de obsequios de fiesta! Pero a causa de este calor lo hago todo muy despacio. ¡Sin embargo, alguien me ha hablado de una flor maravillosa que es capaz de refrescar grandes superficies!

¿Y qué rara flor es esa?

¡La llaman flor glacial! ¡Dicen que es una flor diminuta con la que se consiguió refrescar las armaduras de todo un destacamento de guerreros en fiebre de lucha! ¡Me vendría bien una flor como esa! ¡Respiraría aire fresco, acondicionado, y así trabajaría mucho más deprisa! ¡Guerrero! ¿Quizá tu no me niegues ayuda?

Soigura, te ayudaré con alegría, en todo lo que pueda.

¡Si me traes una flor glacial, te estaré agradecida hasta la muerte!

No te niego mi ayuda, pero no sé donde crecen estas inusuales flores.

¡Yo te lo digo! ¡El gnomo Serafín tiene un jardín, más bien es un jardín especial, pero el jardín más maravilloso del mundo! ¡El gnomo cultiva unas plantas muy raras, que a veces no se pueden hallar en otros lugares y, además, lo hace en sus subterráneos! ¿Puedes imaginarte que las flores y hierbas crezcan en la oscuridad? ¡Y cómo crecen! ¡Los que estuvieron en el jardín del gnomo se quedaron embelesados! Oí decir que la flor glacial también está en ese jardín! ¿Guerrero, no te importaría ir al gnomo y explicarle cuánto necesito de su flor maravillosa?

Su objetivo:

Ve al gnomo Serafín en las minas abandonadas y pídele la flor glacial para la maestra Soigura.

¿Quién está llamando a la puerta? La verdad es que no espero ninguna visita.

Perdóneme, no quiero molestar. ¡Serafín, es que una buena mujer necesita de tu ayuda!

¡Vaya, hace tiempo que no ayudo a una buena mujer! Habla, ¿cuál es el problema?

Todos los habitantes de nuestro continente conocen a la maestra Soigura. Muchos le han pedido ayuda, muchos le han encargado armas o regalos. Y ahora es ella la que tiene un problema.

¿Qué problema es ese? ¿Me lo vas a decir, o no?

¡En su taller hace un calor insoportable, le falta aire que respirar y no se puede trabajar! ¡Por eso me ha enviado aquí, para pedirte una flor glacial! ¡No se la niegues a Soigura! Sé que estas pequeñas flores crecen en tu jardín.

Más bien di "crecían”. Las he cortado todas, sin dejar una sola, y las he entregado a la bruja Brugilda. Las necesitaba para preparar el elíxir del valor. ¿No es que en nuestro mundo la guerra es lo que más importa? – hay que hacer todo para el bien de los valientes guerreros. Pero, Soigura también trabaja para los guerreros valientes. He, he. Guerrero, hagamos así – te vas a la bruja y le pedirás la flor glacial, las flores se las he dado hace poquito tiempo, quizás no las ha usado a todas. ¡A ver si llegas a tiempo! ¡Buena suerte!

Su objetivo:

Ve a la bruja Brugilda en el pueblo Maettro y pídele la flor glacial.

¿Qué es eso? ¿Quién me está perturbando, en tareas importantes?

¡Buenos días, la más sabia Brugilda! ¡Perdone que le esté molestando, pero tengo un asunto importante!

¿Y yo qué? ¿Es que no tengo trabajos importantes, sólo chorradas? Bueno, bueno, habla qué quieres.

El problema consiste en que en el taller de nuestra maestra, Soigura hace un calor difícil de describir, ella no es capaz de trabajar en absoluto, y además tiene muchos pedidos. Y es que ella hace armas para los guerreros, y también diferentes regalos para los habitantes.

¿Vale, pero en qué puedo ayudarte?

Me fui al gnomo Serafín, le pedí una flor glacial, pero me dijo que te las había entregado todas para la elaboración de los elíxires del valor. Vengo pues a pedirle una flor glacial para Soigura.

Mira que no llegas tarde. Ya he gastado casi todas las flores, solamente me quedan algunas. Veo que tu misión de verdad es muy importante, tendré que darte la flor. No hay otra manera, Soigura no se las arregla sin la flor glacial. ¡Toma, guerrero!

Su objetivo:

Lleva la flor Glacial a la maestra Soigura en la Plaza del Fuego.

Ufff...… pero qué calor, siento que no aguantaré mucho más tiempo viviendo así.

¡Estarás bien, Soigura! ¡Mira lo que te traigo!

¿Será que conseguiste la flor glacial? ¡Guerrero, eres mi salvador! ¡Ahora sí que no tardaré con mis obligaciones! ¡Las palabras no expresarían mi gratitud! ¡Gracias!